Paraguay y la Fábrica de Inteligencia

El momento perfecto: la explosión de las AI Factory

Las GPUs: columna vertebral de la IA

Las unidades de procesamiento gráfico (GPUs) permiten paralelizar billones de operaciones en enormes modelos de lenguaje (LLMs), algo impensable con CPUs tradicionales. Esta paralelización es la que permitió que los LLMs como encontramos en ChatGPT puedan tener más inteligencia con más GPUs y datos durante su entrenamiento.

Proyectos como Stargate (en Abilene, Texas, con capacidad para crecer hasta 400.000 GPUs) ilustran hasta dónde llega la demanda de cómputo especializado para entrenar y servir IA a gran escala que fue anunciado por Donald Trump a días de su mandato donde empresas como OpenAI, Softbank y Oracle invertirán 500.000 millones de dólares.

Estamos hablando que los datacenters ahora pasaron de ser centros de cómputo de propósito general y/o procesamiento de datos a ser "Fábricas de Inteligencia Artificial" o "AI Factory". Esto debido a la explosión que vimos desde la salida de ChatGPT (2022 - 1 millón de usuarios en solo 5 días).

Paraguay: el as bajo la manga energético

Paraguay: un reservorio hidroeléctrico con excedentes

Paraguay, la binacional Itaipú en particular, produjo exactamente 67.088 GWh en 2024. Además de ser energía limpia y abundante, plantea una ventaja competitiva estructural para proyectos intensivos en GPU, con un costo de energía de aproximadamente USD 0,042/kWh para industrias en Paraguay comparado con USD 0,10/kWh en USA.

Además estamos ante una oportunidad sin precedentes (renegociación del Anexo C) que nos permite direccionar esa energía excedente hacia industrias de alto valor agregado como los centros de cómputos, en este caso las AI Factory, que requieren un suministro eléctrico masivo, estable y preferentemente, de fuentes renovables.

Los retos que tenemos que resolver

Aunque existen excedentes, la red de transmisión paraguaya necesita ampliación y modernización para asegurar un suministro continuo de calidad a racks de alta densidad como son los GPUs (Para que se hagan una idea, 1 Rack de GPU está a 2 órdenes de magnitud por encima que los datacenters más 'tradicionales' en consumo energético).

Si bien tenemos algunas evidencias de que la tarifa barata trajo tanto operaciones legales como la instalación de 100 MW de HIVE Digital, como emprendimientos de criptominería de dudosa reputación, lo que podría abrir la puerta a presiones regulatorias o a eventuales casos de corrupción (esta inestabilidad regulatoria y posible influencia política podría suponer un riesgo elevado).

Un ejemplo que nos debe servir de advertencia: HIVE Digital inicialmente planeó invertir más de $250 millones en Paraguay, pero redujo significativamente su inversión debido a cambios inesperados en la política fiscal, incluyendo un aumento propuesto del 14% en las tarifas energéticas para centros de datos de Bitcoin. Esto demuestra lo crítico que es mantener estabilidad regulatoria.

A esto hay que añadir la regulación de la protección de datos: si bien hoy no existe un marco o regulaciones con relación a la retención para entrenamiento de modelos, es clave poder abordar especialmente porque el mayor combustible de la IA es, ni más ni menos, data de todo tipo, incluyendo, data con propiedad intelectual. El alcance de las regulaciones actuales puede entrar en terrenos grises si no se revisa cómo se gestionan los datos en la IA Factory.

Hay otros contratos grandes de energía que fueron atraídos por el bajo costo pero mayormente para criptomeria. Otro ejemplo: https://www.coindesk.com/business/2023/03/08/canadian-crypto-miner-powre-lands-100-mw-contract-in-paraguay

La oportunidad que no podemos desperdiciar

Creo que Paraguay ofrece una oportunidad para convertirse en el próximo "AI Factory" si lo vemos desde una perspectiva energética, pero necesita desarrollar regulaciones bien establecidas y políticas que permitan un entorno que pueda superar los retos de infraestructura y gobernanza y por sobre todo tomar ventaja de la renegociación del anexo C para redirigir esfuerzos y energía hacia el futuro de la tecnología y la humanidad.

Con la negociación del Anexo C en curso desde agosto 2023, tenemos una ventana de oportunidad que se está cerrando. No podemos permitirnos desperdiciar esta oportunidad histórica mientras el resto del mundo construye sus propias "Fábricas de Inteligencia".